6 junio, 2017
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Eventos, Noticias
Porque el vintage es la nueva moda
En Una Sola Familia se convirtió en tradición arrancar el año planeando el Zimbabwe. Esta vez decidimos cambiarla un poco y nos despedimos de la juventud para darle la bienvenida a un público nuevo. Decimos nuevo porque si dijéramos viejos o mayores sería un problema (pongámosle adultos para ser políticamente correctos).
Nuestro principal objetivo era presentar a nuestra familia como Asociación Civil y queríamos ofrecerles un espacio a todos aquellos que nos ayudaron de manera silenciosa por tantos años. Habíamos hecho un Zimbabwe para adultos años anteriores, pero al ser una ocasión tan especial para nosotros queríamos hacer un evento de mayor impacto. Eso es sinónimo de doble trabajo y esfuerzo, así que así comenzó la idea de planificar esta odisea.
Con la ayuda de las madres solidarias del colegio St Catherine’s Moorlands pudimos trabajar como orquesta y hacer honor a nuestros valores que tanto aspiramos: ser un equipo. Planteamos metas, asignamos roles y promocionamos esta noche que quería festejar la búsqueda de igualdad de oportunidades en nuestra querida comunidad Árbol Blanco.
Jaime McClean nos deleitó con su voz ancestral y su guitarra acústica, Lado B demostró que no hay mejor que un clásico argentino para coronar la noche. La música no dejó de sonar y el vino tiñó a este evento convirtiéndolo en una fiesta. Las mesas se corrieron y el baile iluminó la noche. Se subastaron desde desayunos hasta obras de arte, la gente comió, disfrutó, bailó y sobretodo compartió con nosotros la enorme alegría de seguir creciendo.
Entre canto y canto presentamos a nuestra familia. Si bien muchos de los invitados eran caras conocidas y colaboradores desde el día uno, tuvimos la suerte de ver gente nueva. Queríamos que conocieran a nuestra querida comunidad, esa que rebalsa de sueños y contagia alegría. Mostramos un video, nuestra página web y cada pilar del proyecto.
El Zimbabwe Plus fue un pequeño reflejo de años de esfuerzo y dedicación. Cumplimos un sueño y nos convertimos en Asociación Civil, eso hoy nos permite seguir cruzando fronteras para encontrarnos con nuevos desafíos. Esa noche hubo una magia que nos dejó palpitando a cada uno de nosotros de una manera distinta, en Una Sola Familia la vinculamos con la tierra santiagueña. Esa presencia omnipresente que viajó miles de kilómetros para festejar con nosotros este nuevo comienzo.



